21 dias para cambiar habitos

66 días para formar un hábito pdf

Los hábitos de las personas de gran éxito les permiten llevar a cabo de forma consistente los comportamientos que generan el éxito. Todo, desde comer bien hasta gastar de forma responsable, pasando por la realización de tareas, requiere hábitos que conviertan dichos comportamientos en parte de nuestra vida diaria. Michael Jordan pasaba sus temporadas de descanso haciendo cientos de tiros al día. El lanzador de los Phillies, ganador del Cy Young, Roy Halladay, realiza habitualmente un entrenamiento de 90 minutos antes de los entrenamientos. Las jóvenes Venus y Serena Williams se levantaban a las 6 de la mañana para golpear pelotas de tenis antes de ir a la escuela. Las personas de gran éxito han aprendido a desarrollar buenos hábitos, y se necesita disciplina, valor y trabajo duro a diario para mantener esos hábitos. Tiene mucho sentido adoptar hábitos que faciliten el éxito, pero ¿por qué algunos son tan difíciles de adoptar?
La mayoría de la gente cree que los hábitos se forman completando una tarea durante 21 días seguidos. Veintiún días completando una tarea, y entonces voilá, se forma un hábito. Por desgracia, esto no podría estar más lejos de la realidad. El mito de los 21 días comenzó como una interpretación errónea del trabajo del Dr. Maxwell Maltz sobre la autoimagen. Maltz no descubrió que 21 días de realización de tareas formen un hábito. Sin embargo, la gente quería que fuera verdad, tanto que la idea empezó a crecer en popularidad.

Cómo formar un hábito

Los hábitos de las personas de gran éxito les permiten llevar a cabo de forma constante los comportamientos que generan el éxito. Todo, desde comer bien hasta gastar de forma responsable, pasando por la realización de tareas, requiere hábitos que hagan que esos comportamientos formen parte de nuestra vida diaria. Michael Jordan pasaba sus temporadas de descanso haciendo cientos de tiros al día. El lanzador de los Phillies, ganador del Cy Young, Roy Halladay, realiza habitualmente un entrenamiento de 90 minutos antes de los entrenamientos. Las jóvenes Venus y Serena Williams se levantaban a las 6 de la mañana para golpear pelotas de tenis antes de ir a la escuela. Las personas de gran éxito han aprendido a desarrollar buenos hábitos, y se necesita disciplina, valor y trabajo duro a diario para mantener esos hábitos. Tiene mucho sentido adoptar hábitos que faciliten el éxito, pero ¿por qué algunos son tan difíciles de adoptar?
La mayoría de la gente cree que los hábitos se forman completando una tarea durante 21 días seguidos. Veintiún días completando una tarea, y entonces voilá, se forma un hábito. Por desgracia, esto no podría estar más lejos de la realidad. El mito de los 21 días comenzó como una interpretación errónea del trabajo del Dr. Maxwell Maltz sobre la autoimagen. Maltz no descubrió que 21 días de realización de tareas formen un hábito. Sin embargo, la gente quería que fuera verdad, tanto que la idea empezó a crecer en popularidad.

Regla de los 21 días

El periodo de tiempo puede ser de cualquier duración, desde un solo segundo hasta varios años. La velocidad de desarrollo de un nuevo patrón de hábitos viene determinada en gran medida por la intensidad de la emoción que acompaña a la decisión de empezar a actuar de una manera determinada.
Muchas personas piensan, hablan y deciden perder peso y ponerse en forma. Esto puede durar años. Entonces, un día, el médico dice: “Si no baja de peso y mejora su condición física, corre el riesgo de morir a una edad temprana”.
De repente, la idea de morir puede ser tan intensa o aterradora que el individuo cambia inmediatamente su dieta, empieza a hacer ejercicio, deja de fumar y se convierte en una persona sana y en forma. Los psicólogos se refieren a esto como una “experiencia emocional significativa”.  Cualquier experiencia de alegría o dolor intenso, combinada con un comportamiento, puede crear un patrón de comportamiento habitual que puede perdurar durante el resto de la vida de una persona.
Por ejemplo, poner la mano en una estufa caliente o tocar un cable eléctrico con corriente le producirá un dolor o una descarga intensa e inmediata. La experiencia puede durar sólo una fracción de segundo. Pero para el resto de su vida, habrá desarrollado el hábito de no poner la mano en las estufas calientes ni tocar los cables eléctricos con corriente. El hábito se habrá formado instantáneamente, y perdurará de forma permanente.

Reto de los 21 días sobre los hábitos pdf

“Somos lo que hacemos repetidamente”, observó Will Durant al resumir a Aristóteles. “Si los jóvenes se dieran cuenta de que pronto se convertirán en meros manojos de hábitos, prestarían más atención a su conducta mientras están en estado plástico”, escribió William James. Pero, ¿cómo podemos reconfigurar nuestros hábitos una vez que se han convertido en rutinas diarias? Ya sabemos que hace falta algo más que “fuerza de voluntad”.
Cuando se interesó por el tiempo que tardamos en formar o cambiar un hábito, el psicólogo Jeremy Dean se encontró con el bombardeo de la misma respuesta mágica de los sitios web de psicología popular y las columnas de consejos: 21 días. Y, sin embargo, extrañamente -o tal vez previsiblemente, para Internet-, esta cifra única se aplicaba a todo, desde el inicio de un régimen de carrera hasta el mantenimiento de un diario, pero no estaba respaldada por ningún dato concreto. En Making Habits, Breaking Habits: Why We Do Things, Why We Don’t, and How to Make Any Change Stick (biblioteca pública) -que también nos dio esta fascinante lectura sobre la psicología del autocontrol- Dean, cuya formación es en investigación, explora la ciencia real de los hábitos a través de la evidencia empírica existente sobre la formación de hábitos. Cita un influyente estudio que da una respuesta más concreta a la difícil cuestión de cuánto tiempo tarda un nuevo hábito en arraigar: