Agotamiento físico y mental

agotado mental y emocionalmente

Estar agotado se percibe casi siempre como algo bueno. Al fin y al cabo, implica falta de energía, falta de motivación e incapacidad general para funcionar. Pero para entender correctamente el agotamiento, primero tenemos que separarlo en dos grupos: el agotamiento mental y el agotamiento físico. Esto se debe a que hay algunas diferencias importantes entre ambos, y agruparlos sería un costoso descuido. Entonces, ¿cómo nos afectan estos dos tipos de agotamiento y hay alguna forma de compararlos? Pues eso es lo que vamos a descubrir.

El primer tipo de agotamiento que vamos a repasar es el agotamiento físico. Ahora bien, hay que diferenciar entre estar cansado y estar físicamente agotado. El primero puede ocurrir con bastante frecuencia. Puedes simplemente hacer una buena sesión de ejercicios en el gimnasio o no dormir lo suficiente y te sentirás cansado. Pero, para estar realmente agotado físicamente, hay que ir más allá del simple cansancio.

Entonces, ¿cuál es la principal diferencia entre ambos? Bueno, la mayor característica de estar físicamente agotado es que no tienes un control adecuado sobre tu cuerpo. Una vez que alcances ese estadio de fatiga, sabrás que ya no estás simplemente cansado.

síntomas de agotamiento mental

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Condición médicaFatigaOtros nombresAgotamiento, cansancio, fatiga, letargo, languidez, languidez, lasitud, apatía, lesionesLas reuniones largas pueden ser a menudo una fuente de agotamiento, como lo demuestra Lyndon B. Johnson en esta fotografía.EspecialidadMedicina interna, Medicina familiar, Psiquiatría, Psicología

La fatiga es una sensación de cansancio[1] que puede aparecer de forma repentina o gradual. Es un fenómeno normal si se produce tras una actividad física o mental prolongada, y se resuelve completamente con el descanso. Sin embargo, puede ser un síntoma de una afección médica si es prolongada, grave, progresiva o se produce sin provocación.

La fatiga física es la incapacidad transitoria de los músculos para mantener un rendimiento físico óptimo, y se agrava con el ejercicio físico intenso[2][3][4] La fatiga mental es una disminución transitoria del rendimiento cognitivo máximo resultante de períodos prolongados de actividad cognitiva. La fatiga mental puede manifestarse como somnolencia, letargo o fatiga de atención dirigida[5].

significado de agotamiento mental

En los últimos años, el cambio al trabajo virtual ha hecho que muchos de nosotros podamos dormir hasta tarde. Ya no tenemos que salir corriendo para evitar el tráfico o coger el próximo tren a la oficina. En cambio, podemos desayunar en la cama. Incluso podemos ponernos los pantalones del pijama en nuestros escritorios. Entonces, ¿por qué seguimos sintiéndonos tan cansados antes, durante y después del trabajo?

Sólo nos convertimos en nuestra mejor versión en el trabajo cuando estamos más despiertos. Para abordar nuestro trabajo con altos niveles de energía, debemos superar el agotamiento físico. Para conseguirlo, primero tenemos que entender sus síntomas y causas. Empecemos por examinar más de cerca lo que significa realmente el agotamiento físico.

El agotamiento físico es la sensación de cansancio extremo y persistente de nuestro cuerpo. Es un tipo de fatiga que nos agota por completo. Cuando estamos agotados físicamente, nos falta energía, motivación, concentración y compromiso.

Estamos mentalmente agotados cuando estamos emocionalmente desconectados del trabajo. Percibimos negativamente nuestro entorno de trabajo, la cultura de la empresa o nuestro rendimiento. Nos sentimos infelices, desmotivados, desvinculados y aislados en el trabajo.

cómo superar la fatiga mental

Si sigues sintiéndote agotado incluso después de una buena noche de sueño, es posible que estés mentalmente agotado. El problema es que cuanto más cansado te sientas, menos querrás hacer algo al respecto. ¿Qué es el agotamiento mental y cómo superarlo cuando estás… bueno, agotado?

El agotamiento mental es un tipo de lesión por uso excesivo. Aunque no se pueda señalar, tiene más en común con las lesiones por esfuerzo repetitivo, como el túnel carpiano o el codo de tenista. En lugar de sobrecargar un grupo de músculos, el agotamiento mental y emocional se produce al sobrecargar la mente.

Por ejemplo, completar un proyecto desafiante con muchas partes móviles y compensaciones puede requerir habilidades de gestión de proyectos y conocimientos políticos (aumento de la carga). Viajar por motivos de trabajo puede dejarle con un desfase horario (reducción de recursos).

Pero muchos factores de estrés implican ambas cosas. Los viajes de trabajo a un país desconocido en el que no se habla el idioma aumentan la carga cognitiva. Cuidar de un familiar enfermo puede implicar la coordinación de la atención médica y la interpretación de términos desconocidos mientras se gestionan las emociones (aumento de la carga). Pero también es posible que duerma menos (reducción de recursos). Con el tiempo, el aumento de la responsabilidad y el estrés, junto con el escaso cuidado de uno mismo, pueden provocar un agotamiento mental.