¿qué características tienen los contenidos que compartimos en internet?

Por qué compartimos la información

El sueño de todo profesional del marketing online es “hacerse viral” y encontrar ese punto dulce que hace que la población de Internet pulse el botón de compartir una y otra vez. Sin embargo, no es algo especialmente sencillo de conseguir y, aunque muchos quieren hacer creer que es algo que se puede predecir con una planificación y una fórmula, esto sólo es cierto hasta cierto punto. Es posible producir el tipo de contenido que tiene muchas probabilidades de convertirse en viral y algunas publicaciones en línea son muy buenas en ello, pero nunca hay ninguna garantía cuando se trata de lo que se apodera de la imaginación colectiva del público.
Según Jonah Berger, profesor de marketing de la Universidad de Pensilvania, hay una ciencia en las publicaciones virales que puede identificarse mediante seis factores clave. Bajo el acrónimo STEPPS, establece qué elementos deben estar presentes para que el contenido sea compartido.
Aunque para muchos profesionales del marketing ser viral puede ser el Santo Grial, antes de salir y empezar a crear publicaciones, pregúntate por qué quieres ser viral y cómo el contenido que produces con ese objetivo se alinea con los objetivos del negocio. Está muy bien crear un contenido que su audiencia encuentre divertido y puede que incluso acumule 100.000 visitas en YouTube, pero sin acciones y sin tener algún tipo de plan en marcha, eso no significa que el contenido ayude a su audiencia a conectar con su marca.

Compartir contenidos en las redes sociales

En el siempre cambiante panorama del marketing en las redes sociales, los estrategas y creadores de contenidos siempre se esfuerzan por crear contenidos eficaces que atraigan a los usuarios. Cualquier usuario de los medios sociales tendrá una definición diferente de lo que hace que el contenido sea atractivo, pero siempre habrá ciertas consistencias:
1. EntretenimientoEn primer lugar, el contenido debe captar la atención del usuario. Tiene que destacar en las plataformas de contenido en línea, que son muy concurridas y competitivas. Ya sea que aprovechen el contenido bonito, el humor, la vulnerabilidad, la belleza, el gran diseño, la información importante o cualquier otra cosa, las marcas que se ganan la atención de los usuarios en línea están, como mínimo, entreteniendo a sus audiencias.
2. Es importante diferenciar entre inspiración y aspiración. Proporcionar inspiración, crear el impulso dentro de su consumidor para hacer algo, es agradable. Pero también es fugaz. Proporcionar a tu audiencia esa inspiración inicial, así como las aspiraciones a largo plazo que la respaldan, es la forma de hacer crecer una comunidad comprometida. El contenido de tu marca debe inspirar a tus consumidores a aspirar a un objetivo.

Psicología de la compartición en las redes sociales

Últimamente se habla mucho en el ajetreado mundo del periodismo sobre por qué algunos contenidos de periódicos y revistas se hacen virales y otros caen y se enconan. A medida que la industria de la prensa escrita disminuye lentamente, las revistas y los periódicos son muy conscientes de que, en línea, tienen un mayor control sobre cómo se recibe su contenido, gracias a la rápida rotación y a la reacción tangible de los lectores (escucho estas discusiones todo el tiempo en mi trabajo).
Este no es un debate para seguir insistiendo en la idea, ya muy trillada, de que “el contenido es el rey”. Lo que espero hacer aquí es compartir lo que han descubierto los profesionales del marketing y los investigadores, y ver qué aspectos valiosos pueden extraer los desarrolladores de contenidos web.
Cuando hablo de la investigación científica, suelo hacer una serie de advertencias centradas en los financiadores de la investigación, si procede. Por ejemplo, mira esta historia sobre cómo los lácteos hacen a las mujeres más fuertes y menos gordas. Fue pagada por Big Dairy, lo que supone un pequeño conflicto de intereses.
Digo “minúsculo” porque, a estas alturas, se entiende tan poco sobre los patrones de contenido viral que ningún grupo de interés gana nada ajustando los resultados; aunque The New York Times ha sancionado algunas de las investigaciones más específicas, no obtienen nada si los resultados dicen simplemente “el contenido se vuelve viral porque los artículos del Times son simplemente increíbles”.

Compartir contenidos en el iphone

Los medios sociales son plataformas interactivas en las que los individuos crean, distribuyen y comparten contenidos en la red. Los profesores Andreas Kaplan y Michael Haenlein, de la Escuela Europea de Negocios ESCP, definen los medios sociales como “un grupo de aplicaciones basadas en Internet que se apoyan en los fundamentos ideológicos y tecnológicos de la Web 2.0, y que permiten la creación y el intercambio de contenidos generados por los usuarios”. “Los sitios web y las aplicaciones de los medios sociales permiten a los usuarios crear e intercambiar contenidos generados por el usuario, en los que la gente habla, comparte información, participa y se relaciona a través de tecnologías como los blogs y los sitios de redes sociales. En la última década, los medios sociales se han convertido en una de las fuentes más potentes de actualización de noticias, colaboración en línea, creación de redes, marketing viral y entretenimiento.
Antes de que se acuñara el término Web 2.0 en 1999, las páginas de Internet presentaban sobre todo contenidos estáticos, como texto y gráficos. Los sitios web funcionaban con tecnologías de la Web 1.0, en la que los anfitriones y propietarios de los sitios web eran los principales contribuidores de contenidos. La información en línea se dirigía a un público mayoritariamente pasivo que recibía más que aportaba contenidos. Sin embargo, con la introducción de las tecnologías Web 2.0 de Internet a principios del siglo XXI, los medios sociales, como los blogs, empezaron a permitir a los usuarios interactuar y colaborar entre sí en comunidades virtuales. Este método más abierto y comunitario de diálogo en los medios sociales contrasta significativamente con el enfoque descendente que caracterizó los primeros años de la web.