Pruebas de coeficiente intelectual

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Un cociente intelectual (CI) es una puntuación total derivada de un conjunto de pruebas o subpruebas estandarizadas diseñadas para evaluar la inteligencia humana.[1] La abreviatura “CI” fue acuñada por el psicólogo William Stern para el término alemán Intelligenzquotient, su término para un método de puntuación para las pruebas de inteligencia en la Universidad de Breslau que defendió en un libro de 1912.[2]
Históricamente, el CI era una puntuación que se obtenía dividiendo la puntuación de la edad mental de una persona, obtenida mediante la administración de un test de inteligencia, por la edad cronológica de la persona, ambas expresadas en términos de años y meses. La fracción resultante (cociente) se multiplicaba por 100 para obtener la puntuación del CI[3]. En los tests de CI modernos, la puntuación bruta se transforma en una distribución normal con una media de 100 y una desviación estándar de 15.[4] Esto da lugar a que aproximadamente dos tercios de la población obtengan una puntuación entre el CI 85 y el CI 115 y alrededor de un 2,5 por ciento por encima de 130 y por debajo de 70.[5][6].
Las puntuaciones de los tests de inteligencia son estimaciones de la inteligencia. A diferencia de, por ejemplo, la distancia y la masa, no se puede conseguir una medida concreta de la inteligencia, dado el carácter abstracto del concepto de “inteligencia”[7] Se ha demostrado que las puntuaciones de CI están asociadas a factores como la nutrición,[8][9] el estatus socioeconómico de los padres,[10][11] la morbilidad y la mortalidad,[12][13] el estatus social de los padres,[14] y el entorno perinatal. [15] Aunque la heredabilidad del CI se ha investigado durante casi un siglo, todavía se debate la importancia de las estimaciones de la heredabilidad[16][17] y los mecanismos de la herencia[18].

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Los tests de Coeficiente Intelectual (CI) y las correspondientes explicaciones psicométricas dominan las opiniones tanto científicas como populares sobre la inteligencia humana. Aunque los tests de CI llevan mucho tiempo en uso, existe un desfase entre lo que se cree que miden y lo que hacen. Mientras que los tests de CI indexan la calidad del funcionamiento cognitivo en dominios seleccionados del repertorio mental, los escenarios aplicados suelen inflar su valor predictivo, lo que conduce a una brecha interpretativa. El presente artículo sostiene que el estudio de la influencia de los procesos motivacionales y afectivos en el funcionamiento cognitivo ayudaría a desarrollar una explicación más comprensiva desde el punto de vista psicológico de los tests de CI y a salvar la brecha interpretativa. Para concluir, el artículo sugiere posibles direcciones de investigación futuras que podrían reforzar el valor predictivo de los tests de CI.
La necesidad de distinguirnos de los demás a nuestro alrededor es tal vez claramente humana. La inteligencia como concepto no solo nos distingue como especie del resto de los animales, sino que también nos permite situarnos de forma única en compañía de los demás seres humanos (Sternberg, 2018). A grandes rasgos, el concepto de inteligencia da cuenta de la eficacia del funcionamiento mental que subyace a la conducta a partir de criterios específicos (Perkins, 1995). Sin embargo, el conjunto de reglas que califican el funcionamiento mental ha sido objeto de un considerable debate entre las teorías estrechas frente a las amplias de la inteligencia (Stanovich, 2009).

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Un test de CI es una evaluación que mide una serie de capacidades cognitivas y proporciona una puntuación que pretende servir como medida de las capacidades intelectuales y el potencial de un individuo. Los tests de CI se encuentran entre las pruebas psicológicas más administradas.
Para entender lo que realmente significan estas puntuaciones, es esencial examinar exactamente cómo se calculan las puntuaciones de estas pruebas. Hoy en día, muchas pruebas están estandarizadas y las puntuaciones se obtienen comparando el rendimiento individual con las normas del grupo de edad del individuo. Aunque muchas pruebas utilizan métodos similares para obtener sus puntuaciones, también es importante tener en cuenta que cada prueba es diferente y los métodos de puntuación pueden no ser los mismos de una prueba a otra.

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Los tests de cociente intelectual (CI) son evaluaciones estandarizadas que se utilizan para evaluar las habilidades de razonamiento y otras capacidades cognitivas. Estas pruebas están diseñadas para proporcionar a los examinados una medida relativa de la inteligencia.
Por supuesto, no todos los tests de CI son iguales, así que estamos aquí para ayudarte a encontrar los tests de CI más fiables. Normalmente, los tests de CI administrados por un psicólogo cualificado se consideran los más válidos. Es difícil reflejar estos resultados en línea, porque la mayoría de los test de CI oficiales contienen manipuladores.
Sin embargo, si quieres obtener una estimación de tu capacidad intelectual sin gastar demasiado dinero o tiempo, hay algunas opciones válidas en línea. En este artículo, hablaremos de los diez tests de CI más fiables.