Equilibrio emocional y mental
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Equilibrio emocional y mental
Síntomas de desequilibrio emocional
El equilibrio emocional es la capacidad de la mente y el cuerpo para mantener el equilibrio y la flexibilidad ante los retos y los cambios. El equilibrio emocional favorece la salud física y es un requisito previo para el bienestar y el crecimiento personal.
Lo que experimentamos como nuestra mente está formado por nuestros pensamientos y emociones, y nuestra felicidad depende de que nos mantengamos en un estado mental/emocional equilibrado. Todos experimentamos pensamientos y emociones negativas de vez en cuando, pero si permanecemos en cualquier estado durante demasiado tiempo, perdemos la capacidad de volver a nuestra posición equilibrada y neutral.
Podemos encontrarnos “bloqueados” en cualquier número de estados negativos, como la ira, el miedo, la preocupación, la disociación, el autosabotaje o la depresión; la agitación, la impulsividad, la ansiedad, los ataques de pánico y los problemas de sueño, la falta de impulso y motivación, o la escasa concentración. Estas emociones atascadas discurren justo por debajo del nivel de conciencia, intangibles pero a menudo abrumadoras. Estas emociones incómodas pueden dominar nuestro proceso de pensamiento y dar lugar a reacciones inapropiadas que merman nuestra capacidad para dar lo mejor de nosotros mismos.
Las emociones son vitales para nuestro bienestar, ya que determinan el estado de nuestra mente y la experiencia de felicidad o sufrimiento que ésta crea. Trabajar con nuestras emociones se convierte entonces en una cuestión que no sólo es relevante en los momentos extremos en los que surgen emociones dañinas, sino que es una parte integral del desarrollo de la paz interior y la alegría todos los días de nuestra vida.A pesar de esto, una definición clara es difícil, principalmente porque las emociones son muy variadas en su naturaleza. Sin embargo, podemos determinar algunos aspectos comunes a las emociones: son estados mentales energéticamente elevados que a menudo conducen a cambios fisiológicos y de comportamiento, parecen surgir sin control para la mayoría de nosotros, aunque argumentaré que es posible un mayor control. Suelen carecer de una base razonable, ya que son más bien sentimientos espontáneos y suelen ir acompañados de un fuerte sentimiento de desagrado o placer.
Podemos clasificar el origen de las emociones en tres áreas: Base; se refiere a dónde estamos como persona, nuestra crianza, educación y cultura determinan si las emociones surgen o no, pero también si dormimos bien o tenemos problemas difíciles en nuestras vidas. El desencadenante, que desencadena nuestras emociones, ya sea una persona, un lugar o una situación. Respuesta: puede ser a nivel mental, verbal o físico a la emoción.
Cómo lograr el equilibrio mental
¿Alguna vez te has acercado a un nuevo año pensando que éste va a ser mi año, con la misma pasión que sentías al saber que pronto te quitarían los aparatos y que te transformarías instantáneamente en la versión más sexy de ti mismo en la escuela secundaria después de esa esperada visita al ortodoncista? O alguna vez has terminado un año pensando, bueno… ese NO fue mi año.He estado en ambos extremos del espectro, y estoy segura de que tú también.
Después de más de dos años intensos de trabajo personal -mediante la meditación, la modificación de mi dieta para sanar mi intestino, la práctica de yoga, la curación activa de mi niño interior, el abandono de las redes sociales y el alcohol, y la exploración de diferentes formas de autocuidado y la búsqueda de lo que funciona para mí- finalmente he llegado al lugar de saber que cualquier desafío que los años futuros me traigan, puedo enfrentarlos con un sentido de equilibrio emocional y mental que he pasado tiempo y energía cultivando.
Lo sé, lo sé, todo el mundo te dice que lo hagas. Es molesto, ¿por qué no dejan de hacerlo de una vez? Alerta de spoiler: “ellos” no paran porque funciona. Tuve amigos (y un terapeuta) que intentaron convencerme de que meditara durante años, y estaba segura de que nunca cedería a ese hippie-dippie. Pero hace un par de años, llegué a un punto de desesperación y pasé un mes entero meditando durante 30 minutos cada día. Los resultados fueron tan tangibles que la meditación se convirtió en una droga que nunca quise dejar.
Físico, mental, emocional y espiritual
El bienestar es la búsqueda del crecimiento continuo y el equilibrio en las siete dimensiones del bienestar. Mucha gente piensa en el “bienestar” sólo en términos de salud física. La palabra invoca pensamientos de nutrición, ejercicio, control de peso, presión arterial, etc. Sin embargo, el bienestar es mucho más que la salud física. El bienestar es una integración completa del bienestar físico, mental y espiritual. Es una interacción compleja que conduce a la calidad de vida.
Se suele considerar que el bienestar tiene siete dimensiones. Cada dimensión contribuye a nuestra propia sensación de bienestar o calidad de vida, y cada una afecta y se superpone a las demás. A veces, una puede ser más importante que las otras, pero el descuido de cualquiera de las dimensiones durante cualquier período de tiempo tiene efectos adversos en la salud general.
El bienestar físico abarca una serie de comportamientos saludables, como el ejercicio adecuado, la nutrición apropiada y la abstención de hábitos perjudiciales como el consumo de drogas y el abuso del alcohol. Significa conocer e identificar los síntomas de las enfermedades, someterse a revisiones médicas periódicas y protegerse de lesiones y daños. Desarrollar estos hábitos saludables hoy no sólo añadirá años a su vida, sino que mejorará el disfrute y la calidad de esos años.