Escribir algo que se tenía pensado

Lo que tiene en mente el significado

Una característica importante de los textos académicos es que están organizados de una manera específica; tienen una estructura clara. Esta estructura facilita al lector la navegación por el texto y la comprensión del material.  También le facilita a usted la organización de su material. La estructura de un texto académico debe ser clara en todo el texto y dentro de cada sección, párrafo e incluso frase.
La mayoría de los textos académicos de ciencias se ciñen al modelo denominado imrad, que es un acrónimo de introducción, métodos y materiales, resultados y discusión. El imrad suele ilustrarse con la siguiente imagen (véase la explicación más abajo).
Sin embargo, el modelo debe complementarse con secciones de objetivos y preguntas de investigación, ya que éstas constituyen la columna vertebral de un texto académico en ciencias. Suelen aparecer hacia el final de la introducción, pero a veces también tras un epígrafe independiente.
El objetivo suele ser bastante general, y puede tener que acotarse con preguntas de investigación. En otras palabras, las preguntas de investigación son cuestiones específicas que permiten alcanzar el objetivo. En el ejemplo anterior, las preguntas de investigación podrían ser: “¿Qué intervenciones de enfermería existen?” y “¿Cuántos pacientes siguen sin fumar después de un año?”. Recuerde que debe haber un vínculo claro entre su objetivo y sus preguntas de investigación, pero no deben ser idénticas. Haga sólo preguntas que le ayuden a cumplir su objetivo.

¿qué tienes en mente como respuesta?

La primera forma parece ser la más utilizada. Pero la segunda forma también se utiliza en algunos casos. Y no estoy seguro de que haya alguna diferencia. Si ambas son correctas, ¿cuál es la diferencia?
No puedo usar un gráfico para mostrar la diferencia entre have in your mind y have on your mind, pero normalmente la versión in refleja el pensamiento anterior, el sentido de la planificación. La versión on sólo se utiliza en el caso de pensamientos obsesivos y perturbadores que se apoderan de la mente. A veces son menos extremos, no son tan opresivos como ligeramente molestos. Son cosas que, por alguna razón, no te atreves a decir a otras personas.
La frase OP “¿Tienes algo en la cabeza?” no se utilizaría normalmente en ningún contexto, excepto quizá en broma, para significar algo así como “¿No tienes ninguna capacidad de pensar? La segunda versión sería una frase normal si tuvieras razones para sospechar que algo podría estar molestando a la otra persona, pero no estuvieras seguro. Si supieras que algo va mal, preguntarías ¿Qué tienes en mente?

No tengo nada en mente que signifique

Los últimos años han estado marcados por un gran número de descubrimientos sobre el cerebro que aprende. Estos conocimientos pueden ayudar a los profesores a diseñar entornos de clase aún mejores para ayudarte a aprender mejor. Aunque entender el cerebro puede ser útil para los profesores, este conocimiento también puede ser beneficioso para ti como estudiante. Por ejemplo, puede animarte a creer en tu capacidad para mejorar tus propias habilidades. Estas creencias hacen que sea más probable que te esfuerces y que utilices mejor las estrategias de aprendizaje de apoyo [1]. En este artículo presentamos brevemente algunos principios básicos del cerebro que aprende y sugerimos estrategias de aprendizaje inspiradas en la neurociencia para que las pruebes en la escuela o en casa.
Tu cerebro está compuesto principalmente por unos 85.000 millones de neuronas, que es más que el número de estrellas que puedes ver a simple vista en el cielo nocturno. Una neurona es una célula que actúa como mensajera, enviando información en forma de impulsos nerviosos (como señales eléctricas) a otras neuronas (véase la figura 1). Por ejemplo, cuando escribes, algunas neuronas de tu cerebro envían el mensaje “mueve los dedos” a otras neuronas y este mensaje viaja luego por los nervios (como cables) hasta llegar a tus dedos. Las señales eléctricas que se comunican de una neurona a otra son, por tanto, las que te permiten hacer todo lo que haces: escribir, pensar, ver, saltar, hablar, calcular, etc. Cada neurona puede estar conectada hasta con otras 10.000 neuronas, lo que da lugar a un gran número de conexiones en tu cerebro [2], que parece una telaraña muy densa (véase la figura 2).

¿puedes escribir algo para mí?

En este artículo te mostraremos cómo utilizar los mapas mentales para escribir un ensayo. Los mapas mentales no sólo pueden hacer que esta tarea, a menudo terrible, sea mucho más fácil, sino que también te permiten ahorrar una gran cantidad de tiempo. Si quieres aprender cómo funciona esta técnica sencilla pero eficaz, sólo tienes que seguir los pasos que se indican a continuación.
Si tienes la oportunidad de elegir tú mismo el tema de tu trabajo, intenta encontrar uno que ya haya sido tratado por otros investigadores, pero que te dé la oportunidad de aportar nuevos hallazgos y conclusiones. Si eliges un tema que ya ha sido explorado en profundidad por un billón de otros investigadores, podrías tener dificultades para desarrollar una perspectiva única.
Lo ideal es que el tema sea algo que también te interese personalmente o, al menos, algo con lo que puedas relacionarte de alguna manera. Esto hará que toda la tarea de escribir tu ensayo sea un poco menos terrible. La mejor manera de encontrar un tema así es una sesión de lluvia de ideas.
Crea un nuevo mapa mental y simplemente escribe “Mi ensayo” o “Mi trabajo” en el centro del mapa.  Ahora, empieza a añadir ideas alrededor del centro. Pueden ser cosas que haya sugerido tu profesor, temas relacionados que hayas discutido en clase o cualquier otra cosa relevante para empezar.